“LAS PRIMAVERAS DEL MAÑANA”
Autor: MAHEMOBA
Don
Carlos Gutiérrez, acomoda las cosas que llevará en su moderna camioneta
al paseo de campo.
Entretanto
Doña Elsa Costa, en el interior de su lujosa residencia imparte órdenes a la
servidumbre a fin de evitar que cualquier evento ponga en riesgo tan ansiado
paseo.
Por
su parte Rosita y Javier, hijos de la pareja, están emocionadísimos con el
paseo al campo. Cada uno vive una fantasía con respecto al mismo.
Rosita
tiene 8 años, sin embargo; es una niña que aparenta tener más edad; dada su
despierta y soñadora conducta.
Javier,
con 12 años de edad; hace tres años ha preparado su equipaje para disfrutar al
máximo su paseo al bosque.
A
las 10:00 a.m. del día 22 de setiembre, parten rumbo a la recreación, rumbo al
bosque, rumbo al aire libre, limpio, puro… rumbo a la alegría…
Conforme
la moderna camioneta devora kilómetros de asfalto; va dejando atrás la selva de
cemento, fierro y humo…
Mientras
conduce su lujosa 4x4; Carlos Gutiérrez le dice a su esposa: “Hace, más de 20
años que dejamos el bosque para venir a la ciudad; recuerdo que en estos días,
solíamos corretear entre los árboles atrapando mariposas, cogiendo flores
multicolores, correteando las ardillas o escondiéndonos entre los montes para
no asustar al venado que llegaba a la quebrada a tomar agua…”
Un
profundo suspiro sale del pecho de Elsa Costa… para luego responder: “Como
añoro esos día de campo; recorríamos árbol por árbol en busca de panales
llenos de miel… escuchar el trinar de las avecillas… ¡Qué lindo por Dios!”
Rosita
y Javier seguían atentos a la conversación de sus padres… y al compás de ella
hacían trabajar aceleradamente su imaginación; viéndose rodeados de hermosa
vegetación, pajaritos revoloteando sobre sus cabezas… refrescándose los pies en
las cristalinas aguas de la quebrada; mientras el fresco aire lleva hacia ellos
el aroma de las flores… el aroma del bosque.
De
repente el brusco frenar de la camioneta los hace volver a la realidad… Papá
había frenado a tiempo para no atropellar un esquelético perro que se cruzó en
la pista.
Pasado
el susto, siguieron su viaje… Carlos, continúa hablando con Elsa de las
maravillas de la naturaleza que ellos habían vivido cuando eran niños.
Ahora;
vivían en la gran ciudad, gozaban de todo confort y lujo; gracias a la buena
posición económica que mantenían, sus hijos estudian en exclusivas
Instituciones Educativas Privadas… no pueden quejarse; el éxito en los negocios
es total; el dinero llega a manos llenas y después de más de 20 años de ausencia
regresan al bosque natal…
Son
las 8:00 a.m. del día 23 de setiembre; cuando llegan a su destino… un
pintoresco pueblo los recibe, el brillo solar está esplendido… Carlos conduce
el lujoso vehículo por la calle principal llegando a un hermoso puente que
atraviesa un riachuelo.
Los
niños miran con suma atención el panorama... Algunas vacas, asnos, caballos y
un gran rebaño de cabras beben a las orillas del riachuelo… hay gente que
recoge agua en latas, baldes, porongos y otros utensilios, mujeres que lavaban
ropa y muchos niños jugando entre las aguas del riachuelo.
- ¡A buena hora
hemos llegado!, dice Carlos a Elsa.
- Así es mi
amor – responde ella.
Javier
pide a su papá: “papi, papi, hay que bajar aquí… quiero bañarme en el rio”.
- ¡No!– replicó
el padre, agregando: “Estamos a punto de llegar al bosque – es allí donde
acamparemos; les aseguro que pasaremos la mejor de nuestras primaveras en
familia”.
- ¡Viva la
primavera! - Exclaman los niños a una sola voz.
Carlos
desvía la camioneta hacia una carrozable… ni bien penetra en ella; algo le
llama poderosamente la atención… El bosque ya no es el mismo, los árboles son
escasos, están casi secos… pareciera que el otoño aún permanece aquí…
No
escucha el característico trinar de las aves… ¿Qué pasa aquí? – se pregunta
interiormente Carlos - ¿Esto es el bosque que deje hace más de 20 años atrás –
¿Qué pasó aquí?- se volvía a preguntar.
Por
su parte, Elsa se hacia la misma pregunta. En cambio los niños, que nunca
habían visto al campo se maravillaban observando algunos pájaros que por ahí de
vez en cuando aparecían
– Aun así
Rosita preguntó - ¿Papá, cuando llegamos a los árboles verdes?
- ¡Sí, mamá! –
Agregó Javier – Quiero ver ardillas, venados y todos esos animales que ustedes
veían cuando eran niños.
El
carro seguía avanzando y el panorama no cambiaba su aspecto… El bosque seguía
cada vez más lúgubre, da la impresión que agoniza...
En
eso Carlos Gutiérrez, fija su mirada en unos troncos de gruesos árboles que habían
sufrido terrible mutilación... En efecto los árboles habían sido cortados por
una filosa mordedura de la sierra eléctrica; muchos árboles más presentaban el
mismo desgarrador fin…
Entonces
Carlos comprendió todo… un sudor frío le recorrió toda su piel…
Totalmente
pálido y sumamente nervioso, Carlos condujo su camioneta treinta minutos más
hacia el interior del bosque, hasta llegar a la quebrada, símbolo del bosque…
- ¡¡ Por Dios!!
– exclamó
La
visión que tenían al frente era desgarradora…
No
había agua, las cristalinas y frescas aguas de la quebrada había desaparecido…
Aún
se mantenía uno que otro árbol verde, pocas avecillas deambulaban por ahí;
tímidamente unas florecillas dejaban ver sus hermosas formas y colores… las
multicolores mariposas revoloteaban como buscando desesperadamente donde
protegerse…
Los
árboles que se mantenían verdes es gracias a la humedad de unos charcos de agua
que se conservaban de milagro en el lecho; de la años atrás espléndida
quebrada, pues ésta había perdido sus cristalinas aguas; el sol
inclemente las evaporó.
Elsa,
ante tan desgarrador espectáculo se abrazó fuertemente a Carlos; mientras
gruesas lágrimas surcaban sus mejillas… por su parte Carlos sólo
atinó a decir… “Que hecho, Dios mío; que hecho”.
Rosita
dueña de una prodigiosa mentalidad echaba a volar su imaginación, para ella ese
grupo de árboles, esas cuántas florecillas, esa pequeña colonia de avecillas,
más las multicolores mariposas… ¡Son lo máximo!
Ella
jamás había estado en contacto con la naturaleza…
Javier
se dedicaba a tomar fotografías a todo lo que veía y comenzó a corretear de un
lado a otro…
Elsa
Costa, abrazada a Carlos susurró: “Este no es el bosque que dejamos… esta
no es la primavera que nosotros tuvimos… el bosque está muriendo… Carlos!”.
Carlos,
muy pálido y nervioso, parecía como si toda su sangre se le hubiese ido del
cuerpo; así como la quebrada había perdido sus aguas.
- Sí, mi amor –
contestó, y con voz trémula repuso: “Rosita y Javier; aunque sea; aún pueden
ver los últimos árboles verdes, una que otras avecillas, unas cuantas flores,
todavía ven las mariposas; pero… ya no ven a la ardilla, ya no ven al venado,
ya no verán nunca más otros animales… ya no respiran el aroma del campo…”
- ¡Carlos, Carlos!
– Exclama Elsa - ¿Cómo serán las primaveras del mañana?
¡¡¡De
pronto!!! El fuerte rugido de motores irrumpe la escena…
Por
la carrozable aparece un convoy de enormes camiones…
Los
choferes de estas pesadas máquinas hacen sonar sus cornetas, cuando reconocen
a la pareja y en señal de saludo sacan a sus manos agitando sus gorros…
Al
pasar el último de los camiones se puede leer claramente el logotipo:
“EMPRESA
MADERERA GUTIÉRREZ Y COSTA”
Autor: Martín Heradio Morán Baca
San Juan de la Virgen.
Subida
al blog: Angie Saraí Torres Rueda.
ANALISIS
LITERARIO HECHO POR LA LIC: ZULMA NORA VIGO RIVERA
LAS PRIMAVERAS DEL MAÑANA”
Nivel Literal:
Responde las siguientes preguntas:
- 1¿Cómo se sentían Rosita y
Javier antes de emprender el viaje?____________________________________________________________________________________________
- 2¿Qué había hecho Javier
hace tres años
atrás?_________________________________________________________________________________________________________
- ¿Por qué el papá frenó
bruscamente?________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
- ¿Cómo encontraron los
esposos Carlos y Elsa el campo en el que habían vivido?_______________________________________________________________________________________________
- ¿Qué sintió don Carlos al
notar que el campo en el que había crecido ya no era el
mismo?_________________________________________________________________________________________
Nivel inferencial:
En pareja responde el propósito del texto:
- ü Entretener y hacer disfrutar al lector.
- ___________________________________________________________________________
- ü Describir los preparativos del viaje
- .___________________________________________________________________________
_____________
- ü Dar a conocer cómo las empresas madereras
cambian los bosques.
__________________________________________________________________________________________
- ¿Qué efecto produce los
diálogos entre los esposos Carlos y
Elsa?_________________________________________________________________________________________
- ¿Cuál crees que es el tema
del cuento?_________________________________________________________________________________________
- . ¿Quién es el
narrador?________________________________________________________________________________________
Nivel crítico:
- . Conversen sobre qué
emociones o sentimientos les ha provocado la lectura del cuento.
- _______________________________________________________________________________________
- Explica a partir de la
lectura porqué será que muchas no reparan en el daño irreversible que
pueden causar al tener empresas madereras. ______________________________________________________________________________________
- ¿Crees que las empresas
madereras causan daño? Explica tus razones.
_____________________________________________________________________________________
- ¿Este cuento podría encerrar
una enseñanza? Explica tu respuesta.
______________________________________________________________________________________
- ¿Crees que el título guarda
relación con el tema del cuento? ¿Por qué?
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