FULMINANTE RAYO
AUTOR PROF: WILIAN FEIJOO CACERES.
ESCRITA EN EL BLOGGER: PROF GUDNARA VIGO
RIVERA.
Eran los años 40 del siglo XX, cuando por
aquel entonces hacia su repentina aparición cierta época de verano el fenómeno
del "El Niño ", con sus torrenciales lluvias, el mismo que causaba
estragos entre los sembradíos de los campesinos.
Fue así, que un humilde morador del
caserío de Cerro Blanco, se le estaba cayendo su cabañita de la cual el
guardaba su ganado. el al ver esto le comunica algunos amigos ´para que le
fuesen ayudar y así acordaron ir al siguiente día.Llego la hora de partir y
enrumbarón al lugar donde tenían que ir, ya ahí decidieron construir una nueva
cabaña al costado donde tenían sus puercos, al atardecer de un día martes dejaron
colocando ya la forma rectangular de la casa con las, varas listas para el
quinchado, ese día el campesino vio como se veía hermosa, lo que iba ser su
nueva cabaña con las llanas ya puestas, decidieron el también por la obra de
Dios regresar con ellos, retornando a sus hogares al oscurecer, cuando no muy
bien llegaron se desato una fuerte lluvia que duró varias horas, y así
amaneció, y luego desayunar , nuevamente retornaron al querer terminar su
trabajo, y cuando estaban llegando al lugar observaron que lo parado se había
ladeado y fue más aun su asombro cuando vieron la cabaña completamente
destruida, al igual que los cerdos estaban carbonizados, los puntales no se
habían desatado y parecían que los hubiesen levantado en peso, en realidad lo
que había sucedido era sorprendente, pues las herramientas que habían dejado
alzando eran las que sirvieron de pararrayos y atrajeron al rayo, ocasionando
la brutal descarga eléctrica sobre los animales y la choza.
Mira hermano dijo don Santos de la que te
has salvado, así es hermano, , cuando Dios quiere a sus hijos, el mismo los
protege, sin desmayar todos acordaron a un mas unidos volver a colocar los
maderos en su lugar hasta terminar de construir la casita, ya que esa vez
comprendimos me dijo el: “lo que sucede en esta vida así tiene que ser, por ser
obra de Dios, porque su voluntad es más fuerte que los mortales, esta sucedió
amigo aquella vez, cuando el llorón (así llamaban los lugareños al fenómeno del
niño) nos hacía padecer, pero con él hay que aprender a vivir a aunque el “EL
NIÑO”, le han puesto para nuestro querer.
En este video,,veremos las construcciones
antiguas y las inundaciones que se producen por el fenomeno del niño, de los
años 40
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